Autoconocimiento: con lo que te pasa en la vida: ¡¡CREA!!

El psicólogo y filósofo estadounidense William James, dijo esta conocida frase: 

«Eres tú con tu forma de hablarte cuando te caes, el que determina si te has caído en un bache o en una tumba».

Esta frase encierra una verdad profunda y poderosa sobre la forma en que nos hablamos a nosotros mismos, y cómo eso influye en nuestra percepción de los eventos que suceden en nuestra vida. Cuando nos enfrentamos a un desafío, o a un fracaso, es fácil caer en la tentación de culpar a factores externos como la mala suerte o la falta de habilidades.

Sin ir más lejos, desde pequeños nos han enseñado a poner fuera la responsabilidad;  si nos hemos caído o hemos tropezado, bromeando, se tendía a regañar al suelo- ¡suelo malo, caca! En lugar de enseñarnos a tomar la responsabilidad… seguro que esto a todos nos suena…

Lo que realmente importa de todo esto, es la forma en que nos hablamos a nosotros mismos en esos momentos. Si nos hablamos de forma negativa y pesimista, como si fuésemos víctimas del mundo, es probable que percibamos el evento como algo mucho peor de lo que realmente es. Podemos caer en una espiral de autocompasión y autodesprecio que nos impide levantarnos y seguir adelante.

¡Y muy importante! No estoy hablando de no darle espacio a la expresión de las emociones que se nos hayan despertado, no estoy hablando de no legitimar el dolor. Estoy hablando de quedarse más tiempo de lo necesario, para cada uno, regodeándose en el dolor sin sacarle el jugo.

Legitimar el dolor sí, pero quedarse a vivir en ese lado de la vida, NO.

Por otro lado, si, cuando nos hemos permitido nuestros duelos, de lo que sea que nos haya traído la vida y que nos ha zarandeado desde los cimientos, nos hablamos de forma positiva y optimista; podemos encontrar la motivación y la determinación para superar el obstáculo y aprender de la experiencia. Podemos percibir la situación como una oportunidad para crecer y mejorar, en lugar de verla como una señal de fracaso y derrota.

Cada fracaso lleva consigo la semilla de un éxito equivalente.

Napoleon Hill

Y es que es importantísimo recordar que la forma en que nos hablamos a nosotros mismos, no es simplemente un reflejo de nuestra realidad, sino que también influye en ella. Si nos hablamos de forma negativa y pesimista, es más probable que tomemos decisiones que refuercen esas creencias y perpetúen un ciclo de negatividad. Por el contrario, si nos hablamos de forma positiva y optimista, es más probable que tomemos decisiones que nos lleven a una vida más plena y satisfactoria. 

Claro que esto así dicho queda precioso, el tema está en: ¿Y eso cómo se hace? ¿cómo yo, que llevo toda la vida entrenada para hundirme en la miseria, puedo ahora de buenas a primeras comenzar a hablarme bien?

Y ahí está la trampa, eso no va a pasar, ahora de la noche a la mañana no vas a comenzar a hablarte bien, ya te lo adelanto… pero si te estás escuchando, lo estás observando, le estás poniendo consciencia. 

Respira, cada vez que te observes, respira, pon atención en tu respiración. Es un básico imprescindible en tu camino de autoconocimiento. Así que cuando te pilles otra vez cavando tu tumba, respira y recuerda. 

Este es un trabajo de entrenamiento, la mente es un cachorro, que necesita repetición y entreno para que la podamos llevar donde nosotros queremos. Y sé que lo sabes, pero también sé que nos viene de maravilla recordarlo, a ti y a mí.

Nuestra perspectiva es clave para nuestra percepción de la realidad. Si nos hablamos a nosotros mismos con el amor que le hablamos a un ser querido que está pasando por una situación difícil, y le queremos ayudar y que se sienta apoyado, podremos superar los obstáculos y encontrar paz en esta vida. 

Pero de verdad insisto, que esto es super importante, nos desvivimos por darle muestras de amor a un ser amado que lo está pasando mal. Y pensamos ojalá pueda verse así mismo como yo lo veo, fuerte, valiente, que puede con esto, que lo supera seguro… y a ti mismo ¿qué? ¿Cómo lo haces contigo?

Adquiere el hábito de cuestionarte tus propios pensamientos

De nuevo, esto puede parecer algo muy obvio, pero es muy necesario. ¿Es esto que estoy pensando cierto? ¿Qué evidencias hay de que lo sea? ¿y qué evidencias hay de que no lo sea?…

Pero ¿Cómo podemos cambiar nuestra forma de hablarnos a nosotros mismos? Es una pregunta importante y la respuesta no es sencilla. A menudo, nuestras creencias negativas y autocríticas están profundamente arraigadas en nuestra mente, y pueden ser difíciles de cambiar.

Lo que te comento en este post te ayudará a encontrar la respuesta.

De qué personas te rodeas

También es bueno adquirir el hábito de cuestionarnos los pensamientos de las personas que nos rodean. Como dijo el empresario estadounidense Jim Rohn: “Eres el promedio de las 5 personas de las  que te rodeas”

Y no seré yo la que eche balones fuera, y ponga la responsabilidad de mi vida en el otro, ni quien te invite a hacerlo a ti, siendo una enamorada de conocer en profundidad la ley del espejo. Pero esta frase es muy cierta. Hay personas a las que tenemos tan asumidas en nuestras vidas, que pasa como con la voz incesante de nuestra cabeza. No cuestionamos lo que nos dicen, los creemos sin más, o entramos en discusiones absurdas… 

No entres en discusión con estas personas que te rodean, ellas quizá no sepan que cada fracaso lleva consigo la semilla de un éxito equivalente. Pero tampoco tienen porque saberlo, lo importante es que lo tengas presente tú. Te recuerdo que siempre tienes la posibilidad de elegir tus batallas. No gastes energía discutiendo con personas con la mente pequeña, no tienen la capacidad de ver lo que tú.

Pero este tema de las relaciones y los espejos lo hablaremos en detalle en otra entrada del blog  y mientras tanto puedes ver una clase gratuita haciendo clic aquí que te va ayudar a comprender el regalo de los conflictos en  las relaciones y a recuperar tu poder. 

Te mando un gran abrazo, compañero de viaje.

LUCIA

Puedes ver el vídeo de este artículo aquí

Deja un comentario