En el anterior blog estuvimos reflexionando sobre qué es lo que dejas entrar por las puertas de tu templo, y también te quise recordar, que debes elegir tus batallas, y que disfrutes del camino sin prisa.
En este quiero entrar un poco en profundidad en cada uno de estos hábitos esenciales, que nos van a ayudar a hacer de portero de las puertas de nuestro templo, si leíste el anterior blog entenderás porque te digo esto. Hablaré de cosas obvias que te llevarán a reflexionar, pon conciencia en ello para saber si lo pones en práctica, porque esto será lo que te ayude a avanzar y dar pasos firmes en este camino de autoconocimiento.
Comer e hidratarse de manera consciente, hábitos imprescindibles
El primer hábito es la nutrición, como decíamos en el blog anterior, todos los orificios de nuestro cuerpo son puertas de acceso a nuestro templo, y has de ser consciente de si estás solo comiendo, o te estás nutriendo.
Y con esto no quiero decir que nos obsesionemos con el tema de la alimentación, ni mucho menos. Si esto lo llevamos a la teoría 80/20, mínimo el 80% de lo que ingerimos tiene que nutrirnos, aunque el otro 20% no tenga tanto valor nutricional. Que sea nutritivo no quiere decir que sea aburrido. Puedes disfrutar de una buena nutrición sin renunciar al sabor.
Piensa si estás ingiriendo las proteínas que tu cuerpo necesita, los hidratos y las grasas de fuentes saludables, porque estos nutrientes son imprescindibles para nuestra salud. Y es que no nos han educado en estos hábitos tan básicos, merece la dicha, que dediques algo de tiempo a investigar sobre nutrición, para saber cómo nutro mi cuerpo para luego enfocarme en otras capas de sanación a niveles más profundos.
El segundo hábito es la hidratación. Bebe mucha agua, sé que nos lo han dicho mucho, pero es de vital importancia, y más aún cuando estás en procesos de cambio y transformación, que es cuando nuestro cerebro está más activo, el agua es uno de nuestros mejores aliados. Parece muy sencillo, pero recuerda que lo sencillo es divino y lo complicado es humano.
Mueve tu cuerpo
El tercer hábito es mover tu cuerpo. Baila, camina, muévete. Te recomiendo que también empieces a adquirir información sobre el entrenamiento de fuerza, pero si no quieres ponerte con eso, empieza caminando, por ejemplo. Si no nuestro cuerpo se estanca, y llegamos a procesos inflamatorios que no son los más óptimos para nuestra salud, y si queremos avanzar en el autoconocimiento debemos no solo estar enfocados en la mente, sino también en el cuerpo.
El cuarto hábito es tomar el sol. Aunque sea 15 minutos al día. Intenta que sea en horas en las que puedas tomarlo sin protección, al menos 15 minutos para que te llegue esa energía solar tan necesaria para el cuerpo.
Conecta con tu esencia
El quinto hábito es tomar contacto con la naturaleza. Hace años tuve un huerto con mi hermana y pensamos:¿En qué momento hemos perdido la conexión con la naturaleza?. El entrar en contacto con la tierra nos llena de energía. Caminar descalzos, la tierra nos descarga de lo que nos pesa y nos recarga de energía sanadora.
El sexto hábito es respirar. ¡Qué importante es saber respirar! Respirar por la nariz, bajando la respiración hacía el abdomen y practicando la respiración completa. Aprender a respirar es aprender a vivir, ganas años de vida. Debes convertirlo en algo primordial para hacer sostenible tu camino de autoconocimiento. Hay algunas prácticas de respiración que son técnicas de intervención terapéutica, las facilito en mi programa de acompañamiento. Pero en este momento me refiero a esa respiración nasal y abdominal que te lleva a reconectar con tu esencia.
El séptimo hábito es observar tu diálogo interno, qué película te cuentas. Esto es un trabajo continuo de observaciones cada vez más sutiles , darte cuenta de cómo te hablas, y si ves que “te pillas” hablándote mal, sé consciente, ponle atención y vuelve a intentarlo de nuevo..
Acompáñate de quien te aporte
El último hábito es observar qué personas te rodean. Qué calidad de relaciones tienes. Somos el resultado de las 5 personas con las que nos relacionamos. Debemos estar atentos a lo que permitimos que influya en nosotros, ¿de qué personas estás dispuesto a escuchar opiniones?.
No digo que lo cambies ya, de golpe, sino que lo observes, que seas consciente de ello. Debemos intentar rodearnos de personas que contribuyan a que nuestra energía sea una energía bonita, de bienestar, de plenitud. Y no que contribuyan a que nuestra energía sea densa.
Puede que si no estás poniendo atención a lo que te comento en este punto estés experimentando un retroceso en tu camino de crecimiento personal y no sepas por dónde estás perdiendo la energía.
Puedo entrar en más detalle sobre estos hábitos si te interesan, házmelo saber en los comentarios, y te traeré material más completo de cada uno de estos hábitos.
Puedes ver el vídeo de este artículo aquí.
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