Por favor, deja de reprimir lo que sientes, deja de aparentar, deja de contarte a ti que todo tiene que estar bien, ahora que has sanado las heridas del alma. Y que llevas no sé cuántos procesos y trabajos terapéuticos hechos.
Deja de vivir apretada en el corsé del autoconocimiento, el coaching y las terapias. Deja de hacerte daño de esa manera. This is the life…jajaj vamos a ponerle un toque de humor…
En muchas ocasiones, confundimos el «sanar» con el liberar la emoción reprimida. Y creemos que si ya conocemos nuestras heridas originales, y queremos ser «espirituales», no tenemos nunca más derecho a enfadarnos, y en el caso de hacerlo, nos reprimimos ese enfado, algo así como: ahora me enfado y no respiro…
Y eso es un sutil mecanismo, de nuestro querido amigo: el ego espiritual.
Hablemos de esto:
La herida no se sana, NO, nunca se termina de sanar. Lo que podemos hacer con la herida es:
Mirarla con amor.
Aprender de lo que nos enseña de nosotros mismos.
Agradecer ese aprendizaje.
Identificarla, salir del armario de la herida.
Legitimarla.
Llorarla.
Atenderla como nadie antes la atendió.
Darle su espacio y lugar.
Drenarla
Para una vez liberada toda la prensión de la herida, restablecer el equilibrio en ti.
Con el tiempo y el trabajo realizado, puede que incluso a veces se te olvide que tienes esa herida. Pero también puede que cuando estés preparada para profundizar un poco más, se reabra esa herida para mostrarte una capa más de ti, te puedas conocer aún más y amarte todavía más, simplemente porque te conocerás más. Recuerda que no podemos amarnos si no nos conocemos.
Cuento todo esto porque lo escucho y leo casi a diario en las personas que están trabajando en ellas mismas y en su autoconocimiento. Y esto también nos pasa por no tener presentes los famosos básicos de los que ya te he hablado. Recordemos que cada vez que vemos vídeos, o hacemos un programa o un curso, si lo hacemos con el ego, no sirve.
«Nuestras heridas son a menudo las aberturas a la mejor y más bella parte de nosotros».
David Richo
Expresa tus emociones e identifica lo que viene del ego
Como escuché de Sergi Torres hace poco, creo que decía que tenemos al ego todo el día entretenido haciendo cursos: de eneagrama, de heridas, de no sé qué técnica…lo tenemos formándose todo el día y lo que estamos haciéndolo es cada vez más fuerte, se las sabe todas el jodio…
Baja la experiencia al cuerpo, sé que no es fácil, es sencillo y lo sencillo lo despreciamos. Recuerda que lo complicado es humano y lo sencillo divino. Puede que me repita mucho, pero es que no hay mucho que aprender o recordar, es sencillo, es simple, y además tú ya lo sabes, solo que se nos olvida, y necesitamos recordar.
En otro vídeo de Sergi, que vi días después, decía que aprendiéramos a identificar una experiencia de ego. No es lo mismo que te confundas con tu ego, a que te des cuenta de que en determinado momento estás teniendo una experiencia de ego.
Se te ha activado una herida, se ha generado una emoción, bien, tengo que drenarla (esto es importante hay que liberar la emoción, no retenerla) pero esto ya cada uno tiene sus técnicas (este punto lo podemos abordar en otro momento), me permito experimentar el arco evolutivo de la emoción.
Puedes escuchar el podcast de este episodio aquí
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